EL AHOGADITO FRUSTRADO
Antiguamente los hombres estilaban usar el pelo largo, tal era la moda en aquel entonces. Un pescador huanchaquero asistió a una fiesta de familia y sin darse cuenta de la hora que era, le cogió la noche, con su manto negro.
Preocupado por lo tarde que era, se despidió y tomando valor se aprestó a ir a su casa. .Temeroso por lo que pudiera ocurrirle, apuraba el paso.
Para llegar a su vivienda, tenía que cruzar una pampa, luego una pequeña calle y cruzar un
descampado.
Estaba cruzando la pampa cuando escuchó un silbo agudo muy cerca. Sabiendo de qué se
trataba, comenzó a correr con la esperanza de llegar a su casa. Había llegado a la pequeña calle cuando escuchó el silbido muy lejos y vio un bulto que se acercaba.
Desesperado se pegó contra la pared y extendiendo los brazos y tirándose el cabello sobre la cara, trataba de asemejarse al Cristo crucificado.
Así se encontraba cuando por entre el cabello veía como el bulto se le acercaba, lo miraba y se alejaba poco a poco para luego regresar.
El aprovechaba este breve alejamiento del bulto para ir avanzando poco a poco sin perder la pose adoptada, cuando el bulto regresaba, dejaba de moverse.
Cada vez, el bulto se alejaba más y más. Cuando el pescador hubo calculado que el bulto se
encontraba lo suficientemente lejos para darle el tiempo suficiente a llegar a su vivienda, partió a toda carrera
No bien entró a la casa, empezaron a tirar pedradas a la puerta, lo cual duró hasta que se oyó cantar a un gallo.
Por la mañana, el pescador aun asustado por lo que le había tocado vivir, se aprestó a verificar los daños causados por las piedras, pero he aquí, que asombrosamente no había tales daños ni menos aún piedras ó por lo menos las huellas que posiblemente hubiesen dejado.
Esta vez el miedo hizo que la inspiración y la pose adoptada por el pescador de la figura del Cristo crucificado, impidieron que ¨El Ahogadito¨ cobrara una nueva víctima.
EL DIABLO EN LA IGLESIA
Hace muchos años, al celebrarse la Bajada Quinquenal de la Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de Huanchaco; se eligió a un grupo de muchachos para que hicieran guardia a la Sagrada Imagen dentro de la iglesia antigua.
Entre éste grupo de muchachos - (5) para ser exactos– se encontraba mi abuelo.
Celebradas las mismas y ya muy avanzada la noche , los feligreses se retiran a sus viviendas, dejando tan sólo a los encargados de la guardia, quienes se aprestaban a pasar la noche lo más cómodo posible. Para ello, se encontraban preparando sus improvisadas camas en el suelo, al pié del Altar Menor.
El cura que aún no se había marchado, se dio cuenta de ello, acercándose y diciéndoles:
-¨¿Es que ustedes no piensan amanecer, muchachos?¨-
-¨Quedarse allí es una locura. Instálense en el Altar Mayor…¨-Y dándoles una campanita prosigue:
-¨Ustedes tienen que escuchar o ver algo. Si eso ocurre, hagan sonar la campanita y no se muevan de aquí ocurra lo que ocurra¨.-Dándoles la bendición el Cura se despidió de ellos.
Un poco temerosos por las palabras del Sacerdote, subieron al Altar Mayor y se instalaron, tocándole dormir a mi abuelo al lado de la ventana que da al Cementerio, la cual debido al viento, se cerraba y abría golpeando el marco; lo cual no le permitía dormir.
Todos los demás se encontraban durmiendo, cuando de madrugada, mi abuelo vio como la puerta principal era atravesada por un personaje vestido a la usanza de los conquistadores españoles y se encaminaba con dirección a ellos.
Desesperado trató de despertar al resto de sus compañeros sin lograrlo y para colmo de males, no alcanzaba a coger la campanita, pues se encontraba al otro extremo.
El personaje llegó hasta el altar menor, donde se paseaba tratando de subir al Altar Mayor infructuosamente.
Al comenzar a aclarar el día, se alejó y atravesó para sorpresa de mi abuelo, el grueso portón que está frente al Cementerio.
Al regresar el Cura, mi abuelo le contó lo sucedido, y éste les dijo:
-¨¿Ven como tenía yo razón de no dejarles dormir en el Altar Menor? A éstas horas ustedes estarían muertos, pues el personaje que los visitó era el Maligno….¨Por eso mi abuelo siempre nos decía que era falso que el diablo no entraba a al Iglesia. Si entra, pero no puede llegar al Altar Mayor quien sabe porque misterioso motivo.
Antiguamente los hombres estilaban usar el pelo largo, tal era la moda en aquel entonces. Un pescador huanchaquero asistió a una fiesta de familia y sin darse cuenta de la hora que era, le cogió la noche, con su manto negro.
Preocupado por lo tarde que era, se despidió y tomando valor se aprestó a ir a su casa. .Temeroso por lo que pudiera ocurrirle, apuraba el paso.
Para llegar a su vivienda, tenía que cruzar una pampa, luego una pequeña calle y cruzar un
descampado.
Estaba cruzando la pampa cuando escuchó un silbo agudo muy cerca. Sabiendo de qué se
trataba, comenzó a correr con la esperanza de llegar a su casa. Había llegado a la pequeña calle cuando escuchó el silbido muy lejos y vio un bulto que se acercaba.
Desesperado se pegó contra la pared y extendiendo los brazos y tirándose el cabello sobre la cara, trataba de asemejarse al Cristo crucificado.
Así se encontraba cuando por entre el cabello veía como el bulto se le acercaba, lo miraba y se alejaba poco a poco para luego regresar.
El aprovechaba este breve alejamiento del bulto para ir avanzando poco a poco sin perder la pose adoptada, cuando el bulto regresaba, dejaba de moverse.
Cada vez, el bulto se alejaba más y más. Cuando el pescador hubo calculado que el bulto se
encontraba lo suficientemente lejos para darle el tiempo suficiente a llegar a su vivienda, partió a toda carrera
No bien entró a la casa, empezaron a tirar pedradas a la puerta, lo cual duró hasta que se oyó cantar a un gallo.
Por la mañana, el pescador aun asustado por lo que le había tocado vivir, se aprestó a verificar los daños causados por las piedras, pero he aquí, que asombrosamente no había tales daños ni menos aún piedras ó por lo menos las huellas que posiblemente hubiesen dejado.
Esta vez el miedo hizo que la inspiración y la pose adoptada por el pescador de la figura del Cristo crucificado, impidieron que ¨El Ahogadito¨ cobrara una nueva víctima.
EL DIABLO EN LA IGLESIA
Hace muchos años, al celebrarse la Bajada Quinquenal de la Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de Huanchaco; se eligió a un grupo de muchachos para que hicieran guardia a la Sagrada Imagen dentro de la iglesia antigua.
Entre éste grupo de muchachos - (5) para ser exactos– se encontraba mi abuelo.
Celebradas las mismas y ya muy avanzada la noche , los feligreses se retiran a sus viviendas, dejando tan sólo a los encargados de la guardia, quienes se aprestaban a pasar la noche lo más cómodo posible. Para ello, se encontraban preparando sus improvisadas camas en el suelo, al pié del Altar Menor.
El cura que aún no se había marchado, se dio cuenta de ello, acercándose y diciéndoles:
-¨¿Es que ustedes no piensan amanecer, muchachos?¨-
-¨Quedarse allí es una locura. Instálense en el Altar Mayor…¨-Y dándoles una campanita prosigue:
-¨Ustedes tienen que escuchar o ver algo. Si eso ocurre, hagan sonar la campanita y no se muevan de aquí ocurra lo que ocurra¨.-Dándoles la bendición el Cura se despidió de ellos.
Un poco temerosos por las palabras del Sacerdote, subieron al Altar Mayor y se instalaron, tocándole dormir a mi abuelo al lado de la ventana que da al Cementerio, la cual debido al viento, se cerraba y abría golpeando el marco; lo cual no le permitía dormir.
Todos los demás se encontraban durmiendo, cuando de madrugada, mi abuelo vio como la puerta principal era atravesada por un personaje vestido a la usanza de los conquistadores españoles y se encaminaba con dirección a ellos.
Desesperado trató de despertar al resto de sus compañeros sin lograrlo y para colmo de males, no alcanzaba a coger la campanita, pues se encontraba al otro extremo.
El personaje llegó hasta el altar menor, donde se paseaba tratando de subir al Altar Mayor infructuosamente.
Al comenzar a aclarar el día, se alejó y atravesó para sorpresa de mi abuelo, el grueso portón que está frente al Cementerio.
Al regresar el Cura, mi abuelo le contó lo sucedido, y éste les dijo:
-¨¿Ven como tenía yo razón de no dejarles dormir en el Altar Menor? A éstas horas ustedes estarían muertos, pues el personaje que los visitó era el Maligno….¨Por eso mi abuelo siempre nos decía que era falso que el diablo no entraba a al Iglesia. Si entra, pero no puede llegar al Altar Mayor quien sabe porque misterioso motivo.
Deben colocar la fuente siempre, si no podría tomarse como piratería (Ojo, el blog de la Casa de la Cultura y Turismo de Huanchaco ´posee ISBN):
ResponderEliminarhttp://kulturhuanchaco.blogspot.com/2008/11/relatos-huanchaqueros-iii.html